GERARD MIRET
Éric Zemmour decidió presentar oficialmente su candidatura (Reconquête!) para las presidenciales francesas de 2022 el pasado 30 de noviembre, y lo hizo con un vídeo que imitaba las formas del discurso de Charles de Gaulle de junio de 1940, cuando llamó a los franceses a resistir la invasión alemana. Toda una declaración de intenciones. Desde hacía meses, antes de oficializar su candidatura, Zemmour ocupaba la segunda posición en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en muchas encuestas. Y a pesar de que parece que el efecto de su aparición se ha suavizado, sigue teniendo una horquilla del 11-15% de intención de voto, según los sondeos.
Aun así, cuesta entender que un candidato de ultraderecha haya encontrado un espacio de votos tan grande teniendo en cuenta que ya había una opción de ultraderecha formada desde hace años; Rassemblement National de Marine Le Pen. ¿Cuál es, pues, la diferencia entre los votantes de ambos partidos?
En primer lugar, y para comprender el hecho de que coexistan dos formaciones de ultraderecha con gran intención de voto (Le Pen tiene un 17%), hay que mencionar, por una parte, el viraje hacia la derecha del centro gravitatorio de la política francesa en los últimos años y, por otra, la práctica desaparición de partidos de izquierda que puedan competir en las elecciones contra las opciones de centro y derecha. Una desaparición que se ha traducido en la fragmentación del voto de izquierdas (más de 11 candidaturas para las presidenciales de abril) y que se explica, sobre todo, por la aparición de nuevos clivajes que ya no responden al eje izquierda-derecha. Según una encuesta de IFOP de septiembre de 2021, los franceses se identifican en primera posición como «mujeres u hombres del pueblo» (28%), mientras que los ejes derechas (19%) e izquierdas (14%) pierden relevancia. También es interesante ver que el 13% se considera centristas/liberales, el 9% patriotas/nacionalistas, el 7% ecologista y el 8% escogió otras opciones. Esta situación es uno de los motivos que permite la coexistencia competitiva de dos ofertas de ultraderecha.
La aparición de Zemmour, sin embargo, se percibe como la reacción a un cierto desencanto de la ultraderecha con Marine Le Pen desde los malos resultados que obtuvo en las elecciones regionales de 2021. A partir de ese momento se genera una corriente desde la ultraderecha que considera que Le Pen ya ha llegado a su tope electoral. «Habla como Macron», dijo entonces el polemista francés. Y es que la derecha más reaccionaria percibe una falta de dureza en el discurso de Le Pen. De fondo resuena la polémica estrategia de una parte de la derecha radical de suavizar su discurso para atraer nuevos votantes. Esa «moderación» de Le Pen abrió la brecha necesaria para que una opción todavía más reaccionaria como la de Zemmour encontrara su espacio electoral. Además, la vehemencia del polemista francés en temas como el islam o la grandeur de Francia, nos permiten explicar la composición sociológica de ambos candidatos.
Según otra encuesta publicada por IFOP, una de las principales diferencias entre el electorado de Le Pen y Zemmour es la edad. El grupo de 25-34 años es el mayoritario entre los votantes de Le Pen (24%), seguido del de 35-50 (21%), mientras que Zemmour lo concentra en los grupos 50-64 (19%), 64-75 (17%) y +75 (17%). Otra distinción visible es la posición social de sus votantes. Le Pen consigue aglutinar un electorado más empobrecido y con profesiones más precarias; obreros (33%), artesanos y comerciantes (28%). Este electorado proviene mayoritariamente de un estrato social pobre (29%), modesto (24%) y clase media baja (17%) y que reside en zonas rurales (25%) o ciudades de província (17%), pero muy pocos del área metropolitana de París. En definitiva, el discurso de Le Pen no consigue penetrar en las clases adineradas del país (sólo el 8% votaría por Rassemblement National). Zemmour, por contra, aúna el voto de la clase adinerada y media (16%); de hecho, el promedio de ingresos mensuales de su votante es de más de 2.650€. En este sentido, está claro que su discurso elitista y la promesa de volver a un pasado mejor ha conseguido seducir el desencanto de los más ricos y la frustración de las clases medias empobrecidas. Finalmente, el género también marca una línea divisoria entre los dos candidatos de ultraderecha. El sexismo desacomplejado de Zemmour atrae mayoritariamente, y sin ningún tipo de sorpresas, a los hombres, mientras que Le Pen moviliza más a las mujeres.
En resumen, la opción de Zemmour, centrada en la xenofobia, el sexismo y la homofobia concentra un votante variopinto (desde monárquicos de extrema derecha hasta dirigentes de los gilets jaunes) pero con unas características bien definidas: hombres, mayores, de clase media alta y de zonas urbanas. Por su parte, Le Pen concentra su voto en las zonas más rurales entre mujeres, jóvenes y obreros. Las diferencias entre su electorado explican, por ejemplo, las distintas posiciones económicas de sus programas electorales. Marine Le Pen, consciente del origen social de sus votantes opta por la intervención del Estado en la economía, mientras que Zemmour, desde el inicio, ha agitado vivamente la bandera del neoliberalismo y la reducción de impuestos. También, curiosamente, la virulenta aparición de Zemmour ha conseguido «blanquear» Rassemblement National, un objetivo que siempre había perseguido la política de Neuilly-sur-Seine y que le permite presentarse como una opción más amable, moderada y presidenciable. A pesar de que la aparición de Zemmour debilita a Marine Le Pen, no parece que en su globalidad debilite la ultraderecha. Cabe ver cómo cristaliza la candidatura de Zemmour en las presidenciales de 2022 y el recorrido de un discurso radical sin demasiado campo por recorrer, así como el impacto de la imagen «presidenciable» de Marine Le Pen en el electorado de derechas de la candidata Valérie Pécresse. En cualquier caso, parece que ambos candidatos se sienten cómodos: Zemmour por existir como opción política y Le Pen por desplazarse hacia el centro. La ultraderecha sonríe en Francia.
Autor: Gerard Miret (equipo ideograma)
Especial: Elecciones Francia 2022