1 abril, 2022

Análisis. Campaña en el ‘Macronverso’

MARINA RALUY

En la recta final para la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, Emmanuel Macron ha creado una campaña virtual en Minecraft, un popular videojuego de construcción de mundo abierto, es decir, con gran libertad a la hora de elegir de qué forma jugar.

La idea de hacer campaña electoral a través de videojuegos, sin embargo, no es nueva. Primero fueron los estadounidenses; los candidatos/a demócratas John Edwards, Barack Obama y Hillary Clinton crearon una oficina en Second Life, un juego que permitía crear avatares y tener una vida paralela a la del mundo físico.
Second Life fue también usado por Jean-Marie Le Pen, el primer político europeo en lanzarse al mundo virtual. Sin embargo, avatares contrarios a las propuestas xenófobas y racistas de Le Pen se manifestaban constantemente delante de la sede de su partido en la plataforma, pidiendo que se les expulsara del juego. Algo que no sucedió, pero que obligó al Front National a cambiar la ubicación de su edificio virtual.
Los cuatro principales candidatos a las elecciones presidenciales francesas de 2007: Ségolène Royal, Nicolas Sarkozy, y François Bayrou, junto con el ya mencionado Le Pen, también utilizaron este videojuego.

Poco después, en 2008, Barack Obama —o mejor dicho, su equipo de campaña— vio la oportunidad que suponía introducir los videojuegos como herramienta electoral para captar votos, así que compró carteles publicitarios en varios videojuegos (buscando de este modo ampliar el espectro y la diversidad de la audiencia) en los que se veía su cara y el lema «Early voting has begun», junto con su web de campaña.

Otro caso, también en clave americana, es el de la campaña de Joe Biden y Kamala Harris para las elecciones de noviembre de 2020. En un momento marcado por la grave situación pandémica, el ticket demócrata optó por incluir pósters de campaña en el popular juego Animal Crossing: New Horizons, donde los jugadores-habitantes de ese mundo podían incluir pancartas con los eslóganes de Biden y Harris en los jardines de sus casas virtuales. Y la congresista estadounidense, Alexandria Ocasio-Cortez, volvió al uso de su avatar como interlocutor con los jugadores-electores, traspasando una vez más el uso del videojuego como espacio meramente publicitario para centrarse en conversar e interactuar con numerosas personas, de manera coherente a lo que ella reproduce y reivindica en el mundo físico.

El momento actual, aún golpeado por los efectos de la pandemia (afectando enormemente a la posibilidad de llevar a cabo eventos políticos multitudinarios), abre una ventana para ampliar el enfoque de las campañas digitales en espacios que van más allá de las redes sociales. Si bien el uso de las mismas, como espacios de conversación e interacción, se viene observando de manera extendida desde hace ya muchos años, no ocurre lo mismo con los espacios de campaña situados en el metaverso u otros espacios virtuales.

Bajo este escenario, los videojuegos pueden ser una puerta de entrada a un tipo de campañas electorales desarrolladas en el metaverso. En un momento en el que la barrera entre lo digital y lo físico es más difusa que nunca, cabe pensar que, cada vez más, se llevarán a cabo acciones electorales y políticas en el mundo virtual, cuyo papel será fundamental en el desarrollo de la vida política y social de los próximos años.

Es lo que parece que pretende Macron a través del lanzamiento de su campaña de reelección en el videojuego Minecraft. Pero, ¿qué hay detrás de la elección de este espacio para lanzar su candidatura?

En primer lugar, esta es una acción completamente alineada con su voluntad de crear el metaverso europeo. Una estrategia que, entre otros factores, debería permitir a la industria digital de Francia reducir su dependencia de las grandes compañías anglosajonas y chinas de Big Tech. Algo irónico, teniendo en cuenta que Minecraft es de Microsoft, una plataforma americana.

Por otro lado, es una clara apuesta para intentar captar más voto joven. No es de extrañar, pues, que intente comunicarse con este público en su propio lenguaje, mostrándose cercano y conectado con ellos y sus intereses e inquietudes. Según su equipo de campaña, el objetivo del videojuego es el de concienciar a los más jóvenes sobre los plazos vinculados a la elección presidencial. También se utiliza para que puedan ver las diferentes maneras de votar, para representar a miembros del equipo de campaña, y para poder ver en directo el debate del 2 de abril, intentando así aumentar la audiencia joven.

¿El problema? La gran mayoría de usuarios/as tiene entre 15 y 20 años, siendo así un público ‘poco interesante’, en términos numéricos, para los políticos. Sin embargo, esta acción denota la voluntad de hacerles partícipes del debate cívico, tal y como indica el equipo del ahora presidente.

Más allá de lanzar su propio servidor de Minecraft, y siguiendo con la estrategia de acercarse al público joven, Macron también participó en un reto de preguntas en YouTube con dos de los youtubers más famosos de Francia, McFly y Carlito.

Finalmente, lanzar una campaña centrada en el espacio virtual le ayuda a estar más presente en un momento en el que sus funciones como presidente le impiden estar centrado en la campaña. Si bien el rol de candidato-presidente puede ser una buena estrategia electoral en un determinado contexto —algo que ocurre de manera evidente en el momento actual, tal como indican las encuestas—, esta dicotomía genera dificultades cuando una de las dos caras se ve obligada a prevalecer. En el escenario de guerra en el que vivimos, Macron está muy enfocado en su deber diplomático como presidente, hecho que dificulta estar físicamente en los espacios de campaña. Así pues, el lanzamiento de la campaña en Minecraft es una apuesta para mostrarse más presente en su rol como candidato.

Por lo tanto, el lanzamiento del espacio de campaña de Macron en el videojuego Minecraft responde a las necesidades y las particularidades del momento, algo que le permite reforzar su narrativa electoral y política, llegar al público más joven y actuar como candidato en un momento en que su función como presidente le impide estar presente de manera presencial en los actos de campaña.

Habrá que esperar a los resultados de las elecciones para ver la relevancia y el éxito de esta nueva manera de hacer campaña, pero, sin lugar a dudas, todo apunta a que la campaña en el metaverso será protagonista en las próximas batallas electorales.

Autora: Marina Raluy (equipo ideograma)
Especial: Elecciones Francia 2022

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